

Muy queridos Martín y María José,
Estas fotos me sugieren la primera conversación de Rocío con sus padres.
Ella está llena de preguntas e interrogantes y parece que quisiera saberlo todo de una vez, lo que es literalmente imposible, porque el proceso de aprendizaje nos toma toda la vida.
No pude acompañarles en este momento tan importante de sus vidas, pero estuve con ustedes desde la distancia, agradeciendo a Dios por haber vuelto a manifestar la grandeza y perfección de su creación, con Rocío, una nieta maravillosa que nos va a llenar de alegría y lindas sorpresas, en medio de papas y pañales, mudas, risas y llantos, algunas pataletas, sus primeros pasos, lindos vestidos, chapes, paseos, juegos y tantas cosas hermosas.
He vuelto a revivir el día en que nació Maximiliano y ahora vemos en él, lo rápido que pasa el tiempo.
Los hijos son una tarea de toda una vida y ahora se tendrán que abocar a conocer los dones y talentos que Dios ha puesto en la Rocío, para ir cultivándolos en ella, de la misma forma como un músico le da vida a una sinfonía, un escultor a una piedra, un alfarero a un montón de arcilla y los padres a sus hijos.
Nada habrá que no demande una cuota de esfuerzo, postergaciones y sacrificio, pero la recompensa ES GRANDE durante todo el recorrido.
"Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.
Honra a tu padre y a tu madre -que es el primer mandamiento con promesa- para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra. Y ustedes padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor." Efesios 6:1-4
¡Partieron!
Los amo mucho,
Hugo
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