Soy muy chica y me cuesta entender algunas cosas que pasan.
He visto a toda mi familia un poco triste recientemente. Mi abuela Pamela ha estado con mucha pena y la he notado con menos alegría. Mi tata Hugo me dijo que es porque mi tía abuela Marcela se fue al cielo y que por eso, todos en la familia quedaron con mucha pena.
Mi tía abuela Marcela era una persona muy linda, siempre estaba muy alegre y nos cubría a todos con mucho amor. Era divertida, optimista, sincera, honesta, generosa, muy fiel y comprometida. Compartió dos tercios de su vida con mi tío abuelo Rody, lo acompañó en todo y formaron una linda familia con sus hijos Mirentxu y Cristián .
Decía las cosas "pan, pan, vino, vino", era muy directa y sin dobleces. Tenía una fortaleza increíble, que parecía que nunca le iba a ocurrir nada y que se iba a sobreponer a cualquier adversidad.
Siempre nos acogió con su linda sonrisa.
Nos amó a todos con mucha fuerza y sus sentimientos eran fuertes y profundos como las raíces de una araucaria. Para mi tata Hugo, ese es el árbol que mejor representa a mi tía abuela Marcela porque es fuerte, grande, vive y crece en condiciones extremas, es generoso, nos alimenta con sus piñones, podemos descansar bajo su sombra y es longevo, como el ejemplo de vida que nos ha dejado a cada uno de nosotros.
Me cuesta entender la ausencia y el dolor, porque a mi no me duele nada ni me ha faltado nada. Tengo a mis padres, a mis tíos y tías, a mis abuelos, a mis bisabuelas, a mis padrinos, a mis compañeros del jardín, primos y primas y a toda una familia maravillosa que me regalonea y que me quiere.
Marcela fue una bendición de Dios, que nos amó a todos sin excepción y ella siempre nos dio un lugar de privilegio en su corazón y nos hacía sentir que ocupábamos ¡el primer lugar!
No tengo palabras y me falta crecer más para entender en profundidad, quién era y como fue mi tía abuela Marcela.
Lo único que les puedo decir ahora, es que cada vez que vea una araucaria me voy a acordar de ella.
Los quiero mucho,
Rocío
Mi tía abuela Marcela era una persona muy linda, siempre estaba muy alegre y nos cubría a todos con mucho amor. Era divertida, optimista, sincera, honesta, generosa, muy fiel y comprometida. Compartió dos tercios de su vida con mi tío abuelo Rody, lo acompañó en todo y formaron una linda familia con sus hijos Mirentxu y Cristián .
Decía las cosas "pan, pan, vino, vino", era muy directa y sin dobleces. Tenía una fortaleza increíble, que parecía que nunca le iba a ocurrir nada y que se iba a sobreponer a cualquier adversidad.
Siempre nos acogió con su linda sonrisa.
Nos amó a todos con mucha fuerza y sus sentimientos eran fuertes y profundos como las raíces de una araucaria. Para mi tata Hugo, ese es el árbol que mejor representa a mi tía abuela Marcela porque es fuerte, grande, vive y crece en condiciones extremas, es generoso, nos alimenta con sus piñones, podemos descansar bajo su sombra y es longevo, como el ejemplo de vida que nos ha dejado a cada uno de nosotros.
Me cuesta entender la ausencia y el dolor, porque a mi no me duele nada ni me ha faltado nada. Tengo a mis padres, a mis tíos y tías, a mis abuelos, a mis bisabuelas, a mis padrinos, a mis compañeros del jardín, primos y primas y a toda una familia maravillosa que me regalonea y que me quiere.
Marcela fue una bendición de Dios, que nos amó a todos sin excepción y ella siempre nos dio un lugar de privilegio en su corazón y nos hacía sentir que ocupábamos ¡el primer lugar!
No tengo palabras y me falta crecer más para entender en profundidad, quién era y como fue mi tía abuela Marcela.
Lo único que les puedo decir ahora, es que cada vez que vea una araucaria me voy a acordar de ella.
Los quiero mucho,
Rocío
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