sábado, 24 de abril de 2010

Un lindo paseo a Marbella


Muy querida Rocío,

Hoy hicimos un lindo paseo a Marbella, para ver los avances de nuestra casa y tuve la intención de ir sacando fotos durante el viaje, para luego compartir un cuento contigo, con los recuerdos que tengo de mi infancia, cuando viajaba a Zapallar con mis padres y la Rebeca, tu tía abuela y mi única hermana.

El día estaba precioso y nos fuimos por la carretera Panamericana Norte disfrutando del día.

Mi primer recuerdo es este cerro, cuyo nombre no me acuerdo, pero que yo siempre lo encontré igual al perfil de un jefe indio piel roja tomando sol. Mi papá lo subió un par de veces y lo consideraba un cerro muy lindo.

Luego llegamos a la cuesta de Las Chilcas y busqué el mejor ángulo para sacarle una foto a la piedra colgante y no vas a creer lo que pasó. Saqué una foto y me apareció un aviso en la pantalla de la máquina que decía "El archivo no puede reproducirse". Cambié la tarjeta de la memoria y volví a tomar la foto, pero me salió la misma advertencia. Volví a reemplazar la memoria por tercera vez y me volvió a salir el mismo aviso.

Me subí al auto y me fui sin poder capturar una foto de la piedra colgante, que estaba particularmente imponente, con su tercio colgante y matizada de sol y sombras.

Seguimos viajando hasta llegar a Marbella. Estaba triste con mi máquina y decidí borrar algunas fotos de la memoria, para hacerle espacio a las otras fotos que tenía en mente sacar y ¡BINGO! Me resultaron las fotos que vinieron a continuación.


No te imaginas la felicidad de tu abuela Pamela, al entrar al terreno y pararse en lo que va a ser "la sala de estar" de la casa.

Luego se trasladó "al comedor de diario" y me hizo ver que de ahí veríamos el mar y el hoyo 9, de la cancha de golf. ¡Una maravilla! Mientras yo seguía tratando de hacer las paces con mi máquina fotográfica.


Tu abuela Pamela seguía recorriendo las dependencias de la casa, el living, el comedor, la sala de estar, la entrada, la cocina y el comedor de diario, nuestro dormitorio, los closets y baños, lo que para mi parecía más, un sitio de investigación arqueológico, que nuestra futura casa en la playa.


Me paré en lo que será nuestro dormitorio, mirando a mi querido boldo y de ahí seguimos viaje a Zapallar, para visitar a Fernando y la Carmelita, a quienes ya tendrás oportunidad de conocer.

Ellos ya tienen sus años y pese a sus achaques, nos recibieron con mucho cariño, alegría y nos dieron una rica taza de te, mientras recordaban a mis padres con gratitud y admiración.


Actualmente viven con su hijo, el "Nano grande", quién se vino a vivir a Zapallar para cuidar y acompañarles en su vejez.

Fernando y la Carmelita quieren mucho a tu abuela Pamela y la encuentran "una señora muy regia". A tu tata Hugo lo conocen desde niño y lo llaman simplemente "el Hugo".

Terminamos la visita, porque debíamos regresar a Santiago y quedamos muy contentos de haberlos visto.

Paramos en el camino a comprar paltas, papas, flores y tomates. Llegamos de vuelta muy felices y sin haber podido fotografiar la piedra colgante.

Bueno, ya tendremos otras oportunidades de hacerlo y eso es lo lindo de la vida, porque siempre habrá un nuevo amanecer, si es la voluntad del Señor.

Te queremos mucho,

Tus abuelos Hugo y Pamela.









domingo, 11 de abril de 2010

¡Me encanta jugar con mi papá!

Muy querida Familia,

Ayer fuimos a almorzar donde mis abuelos Hugo y Pamela, porque mi abuela había preparado un rico pastel de choclo con ensalada a la chilena. Yo llegué medio dormida y estaban mis tíos Felipe con mi tía Nicole y mi tío Maximiliano. Mi padrino Cristóbal no nos acompañó en esta oportunidad.

Durante el almuerzo me fui animando hasta que casi en la sobremesa, me puse a jugar con mi papá.



El juego era super simple, porque consistía en ponerme una esponja para lavar loza, sobre mi cabeza y jugamos al "¿Donde está?" y cuando ésta se me caía de la cabeza, los grandes gritaban "¡Ahí está!", con lo cual me reí a carcajadas.



Mi mamá y todos los grandes miraban como jugábamos mi papá y yo y realmente lo pasé "bacán", como dice mi tío Maximiliano.


Después me puse a jugar con el teléfono de mi papá y me pareció que todo giraba en torno a mi. Mi papá y yo jugábamos fascinados mientras mi mamá nos observaba. La tía Nicole estaba medio decaída porque estaba entrando en un resfrío y mi tío Felipe, muy preocupado, decidió volver a su casa para que mi tía se sintiera mejor.

He aprendido que los resfríos no son enfermedades graves, pero molestan un montón, porque se te tapan las narices, te viene tos y decaimiento en general, pierdes de sentirle el sabor a las comidas y el único remedio es tomar harta agua y tener mucha paciencia.

Terminamos de almorzar y mi mamá y abuelos se fueron a dormir siesta, mientras mi papá se puso a ver un partido de football en el computador de mi tío Maximiliano (jugaban "el Real" con "el Barcelona") y mi papá se salió de la escena para ver el partido.

Mis abuelos descansaron porque tenían un matrimonio en la noche y mi mamá me dijo "hoy le he dado permiso a la servidumbre, así es que tu papá y yo no vamos a salir esta noche", lo que hizo reir mucho a mis abuelos, mientras se arreglaban para el evento.

Me encanta jugar con mi papá, ir donde mis abuelos, caminar por el pasillo de su edificio y acercarme a mirar el ascensor (siempre vigilada muy de cerca), jugar con las escobillas y peinetas de mi abuela, sacar las cosas de los muebles de la cocina y regalonear con todos en mi familia.

Me parece que donde voy, todo se transforma en una fiesta.

Los quiero mucho,

Rocío

viernes, 9 de abril de 2010

Otros recuerdos sobre la piedra colgante

Muy querida Rocío,

¡No te imaginas todos los comentarios que ha levantado mi cuento sobre la piedra colgante!

Tu abuelo Rudy me escribió lo siguiente:

"QUERIDO HUGO: CUANDO TENIA 4 AÑOS, TAMBIÉN PASABA CON MI TATA CARLOS CALDERÓN POR ESA CUESTA EN UN MORRIS MINOR, DEL AÑO QUÉ SE YO. LO QUE MÁS ME LLAMABA LA ATENCIÓN ERA QUE MI ABUELO ME DECÍA: " AGACHA LA CABEZA PORQUE PUEDE RODAR LA PIEDRA", PERO EL SE REFERÍA A LA PIEDRA SEMI REDONDA QUE ESTA A LA ORILLA DEL CAMINO BAJANDO LA CUESTA A MANO IZQUIERDA Y ENTONCES ACELERABA A FONDO PARA MINIMIZAR RIESGOS. PERO DESPUÉS VENIA LA OTRA QUE ME PARECE QUE ES LA DE LA FOTO PERO NO ESTOY MUY SEGURO YA QUE CREO QUE ES MÁS GRANDE, Y ESTÁ UBICADA BIEN ARRIBA. PERO DICHA PIEDRA TENÍA UNA PARTICULARIDAD YA QUE SALÍA UNA MUJER TOCÁNDOSE LA FRENTE Y DECÍA CAFRENAL. DO YOU REMEMBER?


Esta es "la otra piedra" a la que se refiere tu abuelo Rudy
y el aviso de CAFRENAL está borrado y sólo queda un rectángulo blanco.


TE HABLO MÁS O MENOS DEL AÑO 1968. BUENO Y POR ÚLTIMO, PARA NO LATEARTE MUCHO, CUANDO ÍBAMOS A PROBAR EL AUTO DE CARRERA CON MI PAPÁ HABÍAN 2 COSAS QUE ME ASUSTABAN: EL PASO POR EL TÚNEL LA CALAVERA Y EL PASO POR ESA CUESTA YA QUE PENSABA QUE ESE TREMENDO RUIDO DEL MOTOR DEL AUTO, IBA A PROVOCAR UN DERRUMBE. TODOS TENEMOS ALGUNA HISTORIA SIMPÁTICA.

UN ABRAZO QUERIDO AMIGO Y CONSUEGRO."

Luego me escribió mi prima hermana Jenny y me dice lo siguiente:

"Querido Hugo:

No me vas a creer pero siempre he querido sacarle una foto a esa piedra, que en realidad forma parte de nuestro asombro permanente, cada vez que pasamos la miramos como tú le cuentas a tu nieta. Me alegra también que la fotito que te mandé te haya servido para ilustrar el cuento, el cual leeremos al Álvaro, que ya se admira con la roca.

Gracias y muchos cariños a todos,

Jenny"

* Álvaro es el nieto de la Jenny, a quién ya tendrás oportunidad de conocer.

Como puedes ver, somos varios los que nos hemos asombrado con esta roca y es muy probable que sigan llegando recuerdos, los que iré compartiendo contigo.

Te quiere,

Tata Hugo

jueves, 8 de abril de 2010

La piedra colgante

Muy querida Rocío,

Te quiero contar que esa piedra que ves en la foto, ha estado en mi memoria desde que tengo uso de razón. Es una piedra gigante que está apoyada sobre una piedra más pequeña y tiene un tercio de su base, completamente suspendida en el aire.

Estas lindas formaciones rocosas están en la cuesta de "Las Chilcas", en la carretera Panamericana Norte, camino a Marbella y Zapallar.

Chile es un país de temblores y terremotos, los cuales nos azotan cada cierto tiempo y tengo muy nítidos recuerdos de los terremotos de:

Valdivia, 21 y 22 de mayo de 1960, Concepción, 18 de Octubre de 1961, Sismo en el Norte Chico, 26 de Septiembre de 1967, Sismo en el Norte, 28 de Noviembre de 1970, Sismo en Taltal, 17 de Junio de 1971, Terremoto con tsunami del 8 de julio de 1971 en La Ligua, Sismo en el Norte Chico, 13 de Marzo de 1975, Sismo en las provincias de Arauco, Malleco y Cautín, 10 de Mayo de 1975, Sismo en Pozo Almonte, 29 de Noviembre de 1976, Sismo en Copiapó, 3 de Agosto de 1978, Sismo en las II y III regiones, 4 de Octubre de 1983, Terremoto del 3 de marzo de 1985, Sismo en Antofagasta, 30 de Julio de 1995, Terremoto en Pica y Mamiña en 1997 y el terremoto del 2/27-2010, tu primer terremoto y del cual no tendrás memoria porque dormías plácidamente, bajo la amorosa y valiente protección de tu abuela Pamela.

Cuando yo era niño, solíamos ir mucho a Zapallar, porque mi abuelo tenía una casa maravillosa que luego heredaron mis padres (tus bisabuelos) y la piedra colgante quedaba en la ruta y cada vez que había un temblor fuerte o terremoto, nos acordábamos de la piedra colgante y nos preguntábamos ¿Se habrá caído?

Con mi querida prima Jenny Holmgren Donoso en Cachagua,
cuando éramos niños

Hace sólo un par de semanas que pasamos por ahí, con tu abuela Pamela y la piedra colgante sigue en su lugar después del último terremoto, que en esa zona tuvo una intensidad de 8 grados en la escala de Richter.

Te cuento esta historia, porque al igual que yo con la piedra colgante, tu vas a tener muchos recuerdos que te van a acompañar durante toda tu vida. En mi caso fue Zapallar y tu irás atesorando lindos recuerdos con la casa de Santiago de tus abuelos Rudi y Gloria, su casa de Quinteros y la casa de Marbella, donde para llegar a ella, tienes que pasar por ahí, donde está la piedra.

Cuando seas un poco más grande, vamos a parar en la cuesta de Las Chilcas, para que veas la piedra colgante y te volveré a contar esta historia.

Con ello, esta roca que misteriosamente ha resistido muchos temblores y terremotos fuertes sin moverse ni un ápice de su posición original, va a entrar al espacio de tus recuerdos y con ello, tendremos otra cosa en común para compartir.

Te quiere,

Tu tata Hugo